Importante Empresario Ricardo Ariztía falkeció este jueves (1944-2025): dejando una de la huellas más importantes en el ámbito agropecuario ...
Importante Empresario Ricardo Ariztía falkeció este jueves (1944-2025): dejando una de la huellas más importantes en el ámbito agropecuario
Ricardo Ariztía de Castro, una figura clave del ámbito agrícola y gremial chileno durante las últimas décadas, falleció a los 80 años. Su carrera dejó huella en la apertura internacional del sector agropecuario y en la relación entre los sectores público y privado. Entre sus momentos más recordados destaca cuando instó al expresidente Ricardo Lagos con la frase que quedó inmortalizada: "Señor Presidente, por favor, déjenos trabajar tranquilos".
**Una pérdida significativa**
Este jueves se confirmó el fallecimiento del empresario agrícola Ricardo Ariztía de Castro, quien sucumbió a un cáncer que lo había afectado en los últimos meses. A sus 80 años, deja un legado como una de las figuras más emblemáticas del sector agrícola y gremial chileno, habiendo liderado instituciones como la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) y la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC).
Antonio Walker, actual presidente de la SNA, compartió sus condolencias: "Quiero enviar un mensaje de cariño y apoyo a la familia de don Ricardo y expresar nuestro profundo pésame. Fue un referente para la agricultura chilena y para Chile entero".
Por su parte, la CPC destacó en un comunicado: "Recordamos a Ricardo por su integridad, su amor por su familia y su pasión por cada proyecto que emprendió. Agradecemos su invaluable contribución al ámbito empresarial y su defensa de valores como la democracia, la justicia y la responsabilidad".
**Una vida dedicada al agro**
Nacido en Santiago en 1944, en una familia profundamente ligada al mundo agrícola, Ariztía estudió en el Colegio Verbo Divino antes de formarse como ingeniero agrónomo especializado en ganadería en la Universidad Católica de Chile. Esta educación lo conectó directamente con los temas rurales que marcarían su vida profesional.
En los años 70, tuvo una breve incursión política al ejercer como alcalde de Alhué entre 1970 y 1973. Aunque esta experiencia sirvió para forjar su relación con el servicio público, Ariztía optó por enfocar su esfuerzo en el ámbito gremial, donde encontró su verdadera vocación. Con una visión centrada en la agricultura, logró combinar intereses empresariales con el desarrollo rural y social.
A través de su empresa familiar, Agrícola Ricardo Ariztía, promovió un liderazgo equilibrado que destacaba por su habilidad para mediar entre actores públicos y privados desde los inicios de su trayectoria.
**Liderazgo gremial**
Como presidente de la SNA en dos períodos (1997-2001 y 2017-2021), Ariztía desempeñó un papel clave en las negociaciones comerciales que llevaron a Chile hacia una economía de mercados abiertos, firmando importantes tratados de libre comercio que ampliaron las oportunidades para los productos agrícolas.
Paralelamente, asumió la presidencia de la CPC en 2001, tomando las riendas durante tiempos complejos. Enfrentó desafíos como la crisis energética y las reformas impulsadas por el gobierno de Ricardo Lagos. Fue precisamente durante este período cuando en Enade 2001 expresó aquella frase icónica que sintetizó las demandas empresariales frente al Ejecutivo.
Su estilo, caracterizado por su franqueza y pragmatismo, le valió respeto tanto en el ámbito privado como en el público. Bajo su liderazgo se fomentaron políticas destinadas a mejorar la competitividad y sostenibilidad del sector agrícola chileno.
**La internacionalización del agro chileno**
Uno de los rasgos más distintivos de la gestión de Ariztía fue su firme impulso hacia la modernización e internacionalización del sector agropecuario chileno. No solo trabajó en favor de los intereses de grandes productores, sino también promovió la innovación tecnológica y el crecimiento sostenible para pequeños y medianos agricultores.
Durante sus mandatos gremiales, desempeñó un rol decisivo en consolidar productos como frutas, vinos y bienes forestales chilenos en los mercados internacionales de Europa, Asia y América del Norte, ayudando a situar a Chile como un referente global del hemisferio sur en exportaciones agrícolas.
Además, su compromiso con el desarrollo rural se extendió más allá del ámbito puramente económico: promovió proyectos destinados a mejorar la calidad de vida de las comunidades agrícolas mediante inversiones en educación y capacitación técnica