El conflicto generado por un triángulo amoroso y acusaciones de corrupción en el Ministerio de Educación. El vínculo entre Juan Cabezas y An...
El conflicto generado por un triángulo amoroso y acusaciones de corrupción en el Ministerio de Educación.
El vínculo entre Juan Cabezas y Antonio Recabarren no se encuentra libre de contradicciones, ni siquiera al referirse a si fueron amigos en el pasado. Esta relación constituye el núcleo de un sumario administrativo emprendido al interior del Ejecutivo contra Cabezas, quien desempeña el cargo de jefe de la Unidad de Relaciones Institucionales Técnico-Profesional en la Subsecretaría de Educación Superior. Cabezas enfrenta acusaciones de haber incentivado a Recabarren a participar en procesos de licitación y de haber favorecido a la esposa de este último, Verónica Aravena, en la adjudicación de contratos con los Centros de Formación Técnica (CFT) estatales. Paradójicamente, el denunciante en esta causa no es otro que el propio Recabarren, quien, tras separarse de Aravena, descubrió una relación clandestina entre su "compadre" y su exesposa. Entre los mensajes intercambiados entre las partes involucradas destaca uno que lee: “Trabajando para mi koala explotadora”.
Afirmando sentirse traicionado por Cabezas y su exesposa, Recabarren señala: “Fui engañado durante mucho tiempo… Decidí denunciar porque pensé: ‘No le voy a cubrir más las espaldas a Juan’”.
Por su parte, Recabarren sostiene que fue el mejor amigo de Cabezas, quien ahora enfrenta tanto una investigación administrativa como una penal por parte de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte. Documentos obtenidos por la Unidad de Investigación de BioBioChile revelan que Cabezas, un actor clave en los planes de construcción para los CFT estatales, enfrenta acusaciones que datan de octubre pasado. La fiscal del sumario indica que Cabezas habría promovido la participación de Recabarren en licitaciones millonarias y facilitado su intervención, según se alega, para que Verónica Aravena obtuviera contratos públicos valorados en más de 90 millones de pesos.
En medio del turbio contexto, Recabarren se separó de Aravena en 2022, solo para descubrir meses después que Cabezas había iniciado una relación sentimental con su exesposa. Cabezas rechaza cualquier acusación de irregularidades administrativas o vínculo estrecho con Recabarren, sosteniendo que este último lo ha estado acosando durante largo tiempo con actos como el envío de objetos ofensivos y mensajes inapropiados dirigidos incluso hacia su hijo. En sus palabras: "Los verdaderos amigos no hacen denuncias anónimas”.
Un antecedente que abona al relato de la controversia es la declaración de Recabarren sobre la amistad entre ambos. Según él, la relación con Cabezas trascendía el compañerismo académico; ambos cursaron juntos Construcción Civil en la Universidad Católica y llegaron a considerarse mejores amigos. En este contexto, compartieron momentos significativos en sus vidas personales al punto de que Cabezas es padrino del hijo mayor de Recabarren con Verónica Aravena.
El 29 de octubre de 2022, Delfa Núñez, abogada adscrita a la Superintendencia de Educación y fiscal del sumario, formuló cinco cargos administrativos contra Cabezas dentro de la investigación instruida por la Subsecretaría. Entre las alegaciones se acusa a Cabezas de haber facilitado un esquema para que el matrimonio conformado por Recabarren y Aravena provea servicios relacionados con diseño y construcción para proyectos de infraestructura en los CFT. Según se detalla en los antecedentes del caso, estas acciones habrían involucrado licitaciones con un valor potencialmente millonario.
El expediente incluye mensajes procedentes de aplicaciones como WhatsApp en los que, por ejemplo, el 9 de junio de 2021, Cabezas habría comunicado a Recabarren la apertura de un proyecto vinculado al CFT estatal de Aysén con un presupuesto cercano a los 400 millones de pesos. Otro proyecto relacionado implicaba una inversión estimada en 100 millones para una construcción en Santiago.
En diciembre del mismo año, tras una reunión efectuada junto al equipo del entonces presidente electo Gabriel Boric, Cabezas habría sugerido a Recabarren la necesidad de “ponerse en las líneas”, una indicación que este último interpretó como un consejo para alistarse formalmente en Mercado Público y aprovechar eventuales oportunidades contractuales.
Posteriormente, durante 2022, los registros aportados muestran nuevos intercambios entre ambos donde Cabezas alentaba a Recabarren a involucrarse en los proyectos CFT. Este último respondió planteando condiciones relativas al costo y ubicación de las obras para aceptar las propuestas. Aunque los detalles quedan inconclusos en los documentos públicos hasta ahora revelados, estos mensajes puntualizan el nivel de coordinación alegado