Mientras siguen ignorando la orden del decreto Alcaldicio que frena la demolición de la Hilandería Francisco Faesch , medios se hacen presen...
Mientras siguen ignorando la orden del decreto Alcaldicio que frena la demolición de la Hilandería Francisco Faesch , medios se hacen presente para cubrir la noticia de la demolición, una fachada antisísmica que solo se caería con maquinaria pesada según arquitectos Lautarinos , una estructura firme y de gran valor Patrimonial y arquitectónico que podría albergar un futuro MUSEO DE LAUTARO.
La familia de un ex - coolaborador de Faesch dice ser dueños también , mientras que descendientes de la sucesión de los legítimos dueños quienes acusan irregularidades en investigación que incluirían tramitaciones y firmas en bienes nacionales.
En una visita de periodista de TVN se invitó a las partes a dar sus declaraciones de lo que aquí sucede en la cual solo la parte defensora de la sucesión y protectora de la fachada patrimonial dio su testimonio , mientras que la otra parte no quiso ser parte de la nota y guardo silencio acusando solo posibles trámites legales...
Por otra parte La Ilustre Municipalidad de Lautaro también dio su declaración en voz de su administrador municipal Cristian Salinas un entendido en asuntos legales , dado a que se hizo caso omiso al decreto Alcaldicio de prohibición de seguir la faena de demolición pasando a llevar a la primera autoridad comunal.
Este domingo recién pasado se realizó 2 velatones para sencibilizar sobre la importancia de conservar y restaurar las estructuras emblemáticas que fueron historia de nuestro patrimonio y hoy son ignoradas , una de estas se realizó en el frontis del edificio que albergaba las oficinas y las tiendas de la hilandería y la otra en el frontis del Municipio Local como una forma pacífica de protestar ante las diferentes irregularidades que afectan este edificio patrimonial.
Esta madeja poco a poco despierta varios fantasmas de lo que alguna vez fue también el "EX RUBEN DARIO" fantasmas que hoy se entrelazan de alguna manera ...
fantasmas que tocan las puertas del cielo que hoy están cerradas esperando ser abiertas...
En nuestra comuna aún falta mentalidad patrimonial , conciencia turística y cariño por nuestra historia , en este edificio puede haber existido un real museo que cobijara tanto la historia de nuestra comuna como interesantes piezas arqueológicas que hoy están en manos de particulares sin ningún resguardo, cuidado, protección que exige la ley y monumentos nacionales como lo pudimos revelar en un reportaje emitido por Ufro Medios hace un tiempo y son destruidos diariamente por la gente que los posee, y en algunos casos estas piezas son producto de saqueos de lugares arqueológicos, muchas de estas piezas las podemos apreciar en patios, antejardines ventanales en su mayoría rotos o deteriorados , además de otras piezas que se guardan entre techo sin ser exhibidas y otras destruidas en incendios que terminaron en vertederos.
El fin de esta historia solo se verá según pasos que se den , pero traerá coletazos tanto políticos como sociales, investigaciones por algunas dudas de temas que han sido muy repetitivos referentes a la facilidad de algunos trámites legales que involucran a entidades públicas , corredores de propiedades y terceros.
Repasemos parte de la Historia de Hilandería Faesch y su Contexto Histórico-Arquitectónico.
La historia industrial de Lautaro está profundamente entrelazada con sus emblemáticos lugares y edificaciones, entre ellos, la Hilandería Faesch era una de ellos . Este texto se propone explorar tanto los antecedentes históricos como las características arquitectónicas de este edificio único de una fachada firme antisísmica que pudiese ser rescatada, resaltando su importancia como un testimonio del auge industrial en el sur de Chile y como un ejemplo de adaptación local del lenguaje neoclásico en la arquitectura algo así como lo realizan ciudades como Santiago, Valparaíso, Temuco, Valdivia entre otras en Chile.
La Hilandería Faesch ocupaba un lugar destacado en la memoria industrial de Lautaro. Fue fundada por Francisco Faesch Brunner, hijo de los inmigrantes suizos Francisco Faesch Hussy y Bárbara Brunner Kehriy, quienes llegaron desde Basilea a finales del siglo XIX. En 1895, la familia se estableció en Lautaro con una próspera tienda de telas y tejidos conocida como "Géneros Suizos Casa Importadora".
A partir de 1927, Francisco Faesch modernizó y amplió el negocio familiar, introduciendo maquinaria alemana Rich Harmann para la confección de ropa de lana, bufandas y otros productos textiles. La creciente demanda de estos bienes impulsó el desarrollo de la fábrica, que pronto se convirtió en una de las plantas textiles más importantes del sur de Chile.
En 1939, en colaboración con Otto Schalchi y Eduardo Angelbeck, Faesch llevó a cabo una significativa ampliación de las instalaciones, bajo la dirección del constructor Víctor Carrasco. Estas nuevas dependencias añadieron áreas especializadas como lavandería, secado, tintorería y cardado, consolidando la autonomía productiva de la planta. La fábrica prosperó durante varios años hasta que enfrentó dificultades en las décadas posteriores debido a la irrupción de fibras sintéticas y la industrialización masiva del sector textil, culminando con su cierre definitivo a mediados de los años sesenta.
Descripción Arquitectónica
La Hilandería Faesch se distingue tanto por su diseño arquitectónico como por su ubicación estratégica. Situada en una esquina que conecta con dos calles y bordeada por líneas férreas, su emplazamiento facilitaba el transporte de mercancías a través del ferrocarril, el principal medio de comunicación en esa época.
El edificio ocupa prácticamente toda la manzana siguiendo un trazado en forma de L. Su fachada principal da hacia la calle Carrera, una de las arterias más transitadas de Lautaro. El diseño neoclásico predomina en esta fachada: un ritmo marcado por columnas crea una sensación de horizontalidad, mientras que los detalles decorativos enriquecen su estética. Un elemento distintivo es la casa patronal ubicada dentro del conjunto arquitectónico, que destaca por su doble altura, balcones ornamentales y columnas con coronamientos decorados con copihues, la flor nacional chilena. Estas singularidades reflejan un esfuerzo creativo por adaptar el estilo neoclásico europeo al contexto cultural y natural local.
Detrás de la robusta fachada de albañilería, se alza una edificación en madera que alojaba la vivienda principal. Su volumetría está caracterizada por torreones y bow windows que aportan dinamismo al perfil del edificio. Este diseño no solo remarca el gusto estético de la época, sino que también responde a las necesidades funcionales y climáticas del sur chileno.
El interior del edificio combina espacios industriales amplios y funcionales con un diseño residencial más sofisticado. Los sectores industriales cuentan con plantas rectangulares iluminadas cenitalmente para optimizar el trabajo, mientras que en la vivienda se prioriza una distribución espacial clara. El acceso principal lleva a un corredor que conecta directamente con un patio interior. En este espacio se encuentra la escalera que comunica los dos niveles residenciales. Los corredores perpendiculares guían hacia las habitaciones y las áreas sociales, repitiendo la misma disposición en ambas plantas.
Conclusión
La Hilandería Faesch no solo destaca por la relevancia histórica e industrial que tuvo en Lautaro durante varias décadas del siglo XX, sino también por su valor arquitectónico como un ejemplo singular del neoclásico contextualizado a las tradiciones locales. Aunque clausurada desde hace más de medio siglo, el edificio se mantiene como un símbolo del esplendor industrial que logró posicionar a Lautaro en el mapa económico y cultural del sur de Chile.
Esta construcción invita a reflexionar sobre los desafíos que plantearon los avances tecnológicos a la industria artesanal tradicional y refuerza la necesidad de valorar el patrimonio tangible e intangible asociado a estas piezas clave del pasado productivo nacional