Contraloría ordena sumario contra Subdirector de Salud de Chiguayante por grave uso indebido de permisos y docencia no autorizada Escándalo ...
Contraloría ordena sumario contra Subdirector de Salud de Chiguayante por grave uso indebido de permisos y docencia no autorizada
Escándalo en la Municipalidad de Chiguayante: Funcionarios denuncian que la Contraloría destapa irregularidades en la Dirección de Salud
Chiguayante, Región del Biobío. La Contraloría General de la República ha encendido las alarmas en la Municipalidad de Chiguayante. Una exhaustiva investigación, desatada por una denuncia anónima, ha revelado un patrón de presuntas irregularidades y faltas a la probidad administrativa por parte de Diman Pereira Gómez, Subdirector Administrativo de la Dirección de Administración de Salud (DAS) municipal. El organismo contralor ha sido categórico: se debe iniciar un sumario administrativo y exigir el reintegro de dineros pagados indebidamente.
El Oficio N° E37202 / 2025 de la Contraloría Regional del Biobío no deja espacio para dudas. En el ojo del huracán está Pereira Gómez, quien desde 2014 ocupa un cargo clave en la DAS de Chiguayante, con una jornada de 44 horas semanales. Sin embargo, la auditoría ha destapado una serie de conductas que, según la Contraloría, contravienen la normativa vigente y ponen en entredicho el correcto uso de los recursos públicos y el cumplimiento de la jornada laboral.
Permisos gremiales bajo la lupa: ¿Actividades sindicales o conveniencia personal?
Uno de los puntos más críticos de la investigación apunta al uso de permisos gremiales. Diman Pereira, en su calidad de directivo de la Federación de Funcionarios de la Salud Municipalizada de la Región del Biobío (FEFUSAM) y de la Asociación de Funcionarios de la Salud de Chiguayante (AFUSAM), habría hecho uso de estas licencias de forma cuestionable.
La Contraloría verificó que en veintitrés días, Pereira Gómez comunicó su participación en actividades gremiales sin la antelación debida, a menudo el mismo día o incluso después. Pero la situación se agrava: en al menos setenta y cuatro días, el funcionario registró salidas a terreno sin que existiera evidencia fehaciente de que estas correspondieran a actividades gremiales legítimas. Un vacío en el control salta a la vista: la Municipalidad de Chiguayante, según la Contraloría, carece de un procedimiento formal para la tramitación y fiscalización de estos permisos, un hecho que facilita este tipo de irregularidades.
Doble función: clases universitarias sin autorización ni compensación de horas
El escándalo se profundiza con la revelación de que Diman Pereira habría impartido clases presenciales en la Escuela de Psicología de la Universidad Andrés Bello, campus Concepción, desde 2023. Lo más preocupante es que estas actividades docentes habrían coincidido en varias ocasiones con su jornada laboral en la Municipalidad.
La Contraloría fue enfática: no se encontró ninguna autorización formal que permitiera a Pereira Gómez ejercer estas labores docentes. Y lo que es más grave, no se detectó ningún plan de compensación de horas de trabajo, tal como lo exige la normativa. Se detectaron 44 días solo en el segundo semestre de 2024 en los que el subdirector no habría cumplido su horario laboral para compensar el tiempo dedicado a la docencia, lo que configura una grave infracción al principio de probidad.
Ausencias, atrasos y falta de control: Un patrón de inconsistencias
La fiscalización de la Contraloría también arrojó luz sobre inconsistencias generalizadas en el cumplimiento de la jornada laboral de Pereira Gómez. Se detectaron cincuenta y nueve días en los que el funcionario no registró su ingreso, salida, ambas, o registró ingreso y salida de inmediato, sin justificación de permisos legales o descuentos salariales.
Además, en diecisiete días se registraron atrasos, algunos de hasta 5 o 6 horas en ciertos meses, sin que se aplicaran los descuentos correspondientes en sus remuneraciones. Para colmo, se descubrió una ausencia a un diplomado, justificada con un permiso gremial, pero sin asistencia verificada en la institución. Estas revelaciones pintan un cuadro preocupante de falta de rigor y control interno en la Municipalidad de Chiguayante.
Ultimátum de la Contraloría: Plazos perentorios para la Municipalidad
La Contraloría no solo ha ordenado un sumario, sino que ha establecido plazos perentorios para que la Municipalidad de Chiguayante tome cartas en el asunto y corrija estas graves falencias.
En un plazo de 15 días hábiles, el municipio debe remitir la copia del acto que disponga el procedimiento disciplinario. Además, se le ha dado 60 días hábiles para determinar y asegurar el reintegro de todos los montos pagados indebidamente a Diman Pereira.
Pero las exigencias van más allá de lo punitivo. La Contraloría ha instado al Alcalde de Chiguayante a establecer, en un plazo de 60 días hábiles, un procedimiento formal para la tramitación y aprobación de permisos gremiales, con un estricto apego a la normativa. Finalmente, en un plazo de 60 días desde la recepción del oficio, la Municipalidad debe dictar el acto administrativo que autorice a Diman Pereira Gómez a ejercer labores docentes y que regule el mecanismo de compensación de horas.
Estos hechos, subraya la Contraloría, podrían configurar una infracción al principio de probidad administrativa, un pilar fundamental en la función pública. La comunidad de Chiguayante, sin duda, espera que la Municipalidad actúe con la máxima celeridad y transparencia para esclarecer y sancionar estas graves irregularidades.
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